Joven, alegre y con una fuerza interior que emana en cada una de sus palabras, Karen se vino a Medellín desde Quibdó para curarse de Tuberculosis Multidrogoresistente, que en su caso significó que la bacteria contagiada, ya era resistente a los medicamentos básicos. Con la indicación de sus médicos que le dijeron “si abandona el tratamiento puede sufrir consecuencias que atentan fatalmente contra su vida”, tomó una decisión que le implicó estar lejos de su familia, de sus amigos y de su natal ciudad.

Fueron dos años de procedimientos médicos y de mucho dolor, pues según ella la Tuberculosis da ganas de no hacer nada, de querer morirse y de abandonar el tratamiento, pues éste es muy extenso e implica medidas de aislamiento para evitar contagiar a otras personas con la bacteria. “Para un paciente de TB no es la peor enfermedad, pero sí es una enfermedad que duele en el alma, porque mentalmente hay mucha presión y aceptar que hay que aislarse de los demás no es fácil”.

Según un reporte anual de Tuberculosis de la Organización Mundial de la Salud en 2013, a nivel mundial, se estima que en 2012 contrajeron tuberculosis multidrogoresistente (TB-MDR) 450.000 personas y que 170.000 fallecieron por esta causa. En Colombia anualmente se reportan cerca de 12.000 casos de TB: La brecha entre la incidencia estimada y la reportada es cada vez menor, ésta última se ha mantenido sin muchos cambios en los últimos años (entre 24 y 26 casos por cada 100.000 habitantes). Las entidades territoriales de Antioquia, Valle del Cauca y Bogotá aportan cerca del 40% de los casos nuevos de TB del país. (Informe de situación de Tuberculosis. Ministerio de Salud, 2012).

Karen, una de nuestras protagonistas de Antioquia la más Educada, tuvo que vivir situaciones duras superadas con mucho apoyo por parte de redes sociales y por el programa de Tuberculosis de la Secretaría Seccional de Salud y Protección Social del departamento. Afirma que la enfermedad le quitó mucho pero también la recompensó con otras cosas que nunca pensó tener, como la oportunidad de trabajar por una causa de vida y de viajar por el mundo dando conferencias y socializando su experiencia en lugares donde hay presencia de Tuberculosis. Sobre todo la oportunidad de ayudar a personas tuberculosas a seguir adelante y a no abandonar el tratamiento. “Porque lo que más incide en la curación, es el apoyo social y el afecto de las personas, sin eso es muy difícil sentir que uno se alivia”.